El peligro de la radiación electromagnética viene siendo sido objeto de polémicos debates en los últimos años. Y sólo el poder de las compañías eléctricas en el mundo explica el hecho de que no se reconozca oficialmente lo que está demostrado: que los campos electromagnéticos de las torres de alta tensión pueden provocar diversas patologías, incluido cáncer. Lo mismo que las antenas de repetición de la telefonía móvil. Y no sólo eso: también hay aparatos domésticos potencialmente peligrosos aunque sus fabricantes nieguen que exista relación directa entre cualquier enfermedad y el uso de teléfonos móviles, televisores, ordenadores y otros pequeños electrodomésticos a pesar de que estudios rigurosos sugieren lo contrario.
No se deje engañar, amigo lector: que determinados campos electromagnéticos afectan negativamente al organismo está suficientemente documentado; por ejemplo, actúan alterando las propiedades físicas de los tejidos. Se sabe que el campo eléctrico actúa disminuyendo la energía interna de los mismos y baja la conductividad -por ejemplo, del sistema nervioso- y que el campo magnético hace justamente lo contrario. Además ambos contribuyen a generar turbulencias en los líquidos conductores como la sangre. Lo demuestran numerosos estudios que intentan contrarrestarse con otros sufragados por la propias compañías eléctricas.
Como numerosos son los síntomas y signos comúnmente descritos por muchos usuarios de telefonía móvil y personas que viven cerca de las antenas repetidoras o estaciones base de telefonía: aumento del nivel de estrés, disminución de la capacidad de trabajo y de la concentración, migrañas, ansiedad, sensación de fatiga crónica, trastornos del sueño, hipertensión arterial, aumento de las crisis en epilépticos, irritabilidad, disminución de la memoria a corto plazo, trastornos de la visión y sensación local de calentamiento, entre otras. En cuanto a las patologías que las microondas pueden provocar son igualmente numerosas, incluido el cáncer.
Aquí algunas recomendaciones básicas:
-Hable por teléfono fijo en lugar de por uno móvil siempre que sea posible.
-Limite la duración y número de llamadas desde los teléfonos móviles.
-No use teléfonos digitales dentro de los edificios porque la potencia necesaria es mayor y también mayor la radiación.
-Procure que no los usen los niños (su sistema inmune está en formación y están más indefensos frente a las radiaciones).
-Mantenga los teléfonos móviles lejos del cuerpo mientras no los use ya que también estando en estado de reposo generan radiación.
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